Javier Milei enfoca su atención en dos aspectos que considera cruciales para el futuro de su gestión: la macroeconomía y la comunicación. Está convencido que la preservación de su capital político depende tanto de su éxito en la cruzada para bajar la inflación como de la efectividad de su relato para imponerse en la batalla cultural frente al modelo estatista que simboliza el kirchnerismo. Es el algoritmo que aplica para gobernar. Por eso, delega en su hermana, Karina, y sus colaboradores una tarea esencial para cualquier proyecto de poder: el diseño de la estrategia y del andamiaje electoral del partido para competir en las legislativas de 2025.